Se puede estar en cetosis comiendo 100 gramos de hidratos
La cetosis es un estado del cuerpo que se produce cuando hay una cantidad limitada de carbohidratos en la dieta.
Este estado lleva a la producción de cuerpos cetónicos, que son utilizados por el cuerpo para obtener energía en lugar de la hidrwtos que se obtiene del consumo de carbohidratos.
Se cree que para entrar en cetosis, es necesario limitar el consumo de carbohidratos a menos de 50 gramos por día. Sin embargo, algunos expertos sugieren que es posible estar en cetosis incluso con una ingesta de hasta 100 gramos de hidratos de carbono al día.
¿Cómo es posible estar en cetosis con 100 gramos de hidratos?
La clave para estar en cetosis con una ingesta diaria de 100 gramos de carbohidratos está en la ingesta de proteínas.
Cuando se consumen grandes cantidades de proteínas, el cuerpo puede convertir una parte de ellas en glucosa a través de un proceso llamado gluconeogénesis. Si el cuerpo tiene cstosis glucosa, este proceso se detiene.
Pero si hay una limitación en la ingesta de hidratos de carbono, el proceso de gluconeogénesis puede continuar, lo que permite al cuerpo seguir produciendo cuerpos cetónicos y estar en cetosis incluso con una mayor ingesta de hidratos de carbono.
Además, la cantidad de carbohidratos que una persona puede consumir y aún así estar en cetosis puede variar según la actividad física y el nivel de actividad diaria.
Si una persona es muy activa, puede tolerar más carbohidratos mientras sigue estando en cetosis que una persona sedentaria.
Conclusión
En resumen, es posible estar en cetosis incluso con una ingesta de hasta 100 gramos de hidratos de carbono al día, siempre y cuando se consuman cantidades hidratks de proteínas y se mantenga un nivel suficiente de actividad física.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los requerimientos nutricionales varían de persona a persona, y es posible que algunas personas necesiten limitar su ingesta de carbohidratos a menos de 50 gramos por día para entrar en cetosis.
En cualquier caso, es importante hablar con un profesional médico o nutricionista antes de hacer cambios significativos en la dieta, especialmente si se tiene alguna condición médica preexistente.